There are flowers in my room and they don't need a job. They just need time to grow and die.

jueves, junio 10

ahora que tengo dos horas libres..

anoche me quedé dormida pensando que no había escrito nada en el blog hace como un mes. no se si tanto, pero igual es mucho. weón, qué cuático no tener tiempo.
puta, me ha ido bien... creo. pero eso se que no les interesa.
les voi a contar un cuento, dale? cualquier parecido con la realidad no es más que un alcance casual y no tiene ningún significado real. mentira.

Ese día, que hacía frío, todos los pedacitos de árbol tirados en la plaza estaban congelados. Al final, el tiempo se había detenido. Y esta mina caminaba tranquilamente por su pieza, abrigada y calientita. Igual le daba paja irse al colegio, como que no le gustaba. No se sentía "aceptada". O a lo mejor aceptada no es la palabra, sino.. integrada. Eso, no se sentía parte del grupo. Sin saber que hacer mientras todo esto pasaba, o sea, mientras el tiempo no corría y podía arreglar sus dramas mentales, agarró su mochila roja y se fue a la puerta del departamento a esperar a su mamá que la iba a dejar.
La cosa es que mientras iba subiendo las escaleras para llegar a la sala, se le ocurrió la maravillosa idea de inventarse un amigo imaginario. En ningún caso para conversar con él realmente ni nada, sólo con el fin de entretenerse un rato imaginándoselo, vistiéndolo y creándole una vida.
Lo primero que hizo entonces, cuando se sentó en su helada silla y el tiempo había vuelto a correr tan deprisa como necesitaba para recuperar lo perdido, fue comerse un Full; esos dulces de limón mentolado que el Ale decía que tenían gusto a lava loza. Y de ese momento en adelante, al amigo imaginario lo llamaremos Fool (que suena igual que Full, pero es más loco).
Fool, entonces, se convirtió en una parte esencial en la vida de esta mina media rara. Y le contó a sus compañeras de colegio todo este rollo con este nuevo weón que habitaba en las profundidades de su mente.
Los días pasaban, y en esos momentos en que el tiempo se congelaba, la mina se dedicaba a pensar en Fool. Y entonces Fool ya no sólo tenía un tonto nombre, sino que también tenía cara, manos, pelo, pies, cuerpo, voz, y los primeros registros de pensamiento se empezaron a manifestar en este prototipo de ser humano habitante de otra dimensión paralela a la nuestra, que te juro, por más que tratases no podrías entender.

Y así comenzó todo.

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