There are flowers in my room and they don't need a job. They just need time to grow and die.

jueves, mayo 26

La magia de las micros.

Cuando uno se sube a una micro, la verdad, no está ni ahí. Pero si te empesai a fijar, en verdad pasan cosas locas. Por ejemplo, el viejo que se hace el inválido y se sube a pedir plata, y se baja de un salto. En fin, COSAS.

Sin ir más lejos, ayer me subí a la micro ahí en antonio varas con providencia, y CUAK, me faltaban $10 para el pasaje. Me hice la weona olímpicamente y pasé nomás. Total, nicagando me sacaban un parte.
Iba yo cómodamente apoyada contra la ventana, de pie, recibiendo el solsito en la espalda.... cuando siento un "cjjjjjj cjjjjjj teniente blablabla cjjjjjjj cjjjjjjjjjj".... oh, mi dios, pensé. Miré pal' lado y no me creerían si les digo que había un paco al lado mio. Señores, habían TRES PACOS al lado mio. Me miraron... miraron para otro lado y se hicieron los weones. Miré para otro lado, y seguí haciendome la weona. Por un momento pensé en bajarme en el paradero que seguía, pero ellos se bajaron primero y pude respirar en paz. ¿Te cachai hubiera tenido que pagar el parte?
Me senté... lalala, que se yo, cuando iba por el almacenes parís de los leones... se subió un señor con una guitarra. Y empezó a hablar de Dios.
Y aquí es donde quiero hacer énfasis. Yo, en mi costumbre, dije "qué paja, un canuto. lo que me faltaba.".
El hombre era tan feliz.... sus ojos, no se. Algo tenía que me reconfortaba cuando lo miraba. La primera canción (jesu, ayudame aquí) decía cosas muy hermosas y el coro era "oye chica, nunca termina" u "oye chica, nosequé", como que cambiaba de a cuerdo a lo que hubiera dicho antes. ERA HERMOSA, weón, demasiado linda. Como que... hablaba de las cosas buenas de la vida, sin achacarselas necesariamente a Dios, o sea, no decía "dios es vida, es hermoso, amémoslo y comamos hostias". ¿Cachai? como que iba más allá de Dios. Iba a esa inmensa nube de alegría, amor y algo más que flota por ahí, en alguna parte.... Su voz me daba paz. Y se que suena super charcha y cliché, pero te juro... su voz daba paz y alegría. Me daban ganas de llorar viendolo. Le faltaban unos dientes, y cuando se reía a carcajadas mientras cantaba se le notaba. LOCO, se reía a carcajadas. ¿Cuándo fue la última vez que rieron a carcajadas de felicidad, no de un chiste?
Las canciones que siguieron también fueron hermosas... ya no me acuerdo qué decían... pero creo que eran aplicables a esa fe de amor... de que hay algo mejor en alguna parte. Tal vez sea el cielo con las nosecuántas virgenes tetonas, tal vez sea el paraíso eterno con jebús y sus ángeles, tal vez sea el placer de conectarse para siempre con la conciencia suprema y liberarse del samsara... quién sabe. La cosa es que me hizo sentir bien.

Me sentí bien y feliz de poder decir "CONCHAS DE SUS MADRES, CREO EN ALGO". Tal vez todos deberían hacerlo... independiente de lo que crean. Pero si creen, que sea con amor. No para pedir favores de vez en cuándo. Ah, bueno, y traten de no hacer explotar cosas por el amor a dios. Pero ese factor espiritual hace que seamos mejores personas... sin importar de qué se trate, todos deberíamos creer en algo y ser felices por eso.

Pienso... que si todos tuvieramos una riqueza espiritual real, sincera y hermosa como la de ese tipo, el mundo sería más fácil de entender. Bendita sea la felicidad de ese hombre y su capacidad de entregarla.
"Si me pudieran ayudar a comprar mi almuerzo, se los agradecería". Cantaba por monedas. Entregaba felicidad por una sucia moneda. Porque no era de esos chascones rancios que cantan canciones de protesta de la época de la dictadura, o de la violeta parra, o esos flaites que rapean contra las clases sociales altas y las tarjetas de crédito... era un weon que cantaba felicidad.

Tal vez no me entiendan, porque se que es difícil explicar esto. De hecho, creo que nunca había redactado tan mal. Pero no se me ocurre como hacerlo mejor. Es indescriptible.

La magia de las micros nomás.
Como esa guatona que se cree punkie que se sube a las micros que suben-bajan a san carlos (dísece de la c02 y la 421) y que cuando no le compran de sus cositas de goma eva, agarra a chuchás a todo el mundo y se baja pegándole a la micro. Cosas que pasan. A veces dan rabia, como las viejas gordas que te tiran la guata encima como diciendo "dame el asiento pendejo flojo", a veces dan pena, como las escolares embarazadas o las viejitas sin dientes, y a veces alegran (aquí no entran ni los mimos hinchaweas ni los humoristas fomes).

Chauchera.

2 comentarios:

  1. gracias, no te imaginas cuanto me sirvió esto.ERES GENIAL....cada dia te amo mas :)
    Besos

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  2. Loco, entiendo perfectamente lo que quieres decir... mi abuelo era así. No era una persona, era amor.

    Yo tengo par historias de músico de micro, me dieron ganas de escribir :)


    Besote!

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