There are flowers in my room and they don't need a job. They just need time to grow and die.

lunes, mayo 30

Un post en honor.

No obligo a nadie a leer esto. Es sólo un post dedicado a uno de los personajes más memorables de mi corta y "en proceso de ser algo mejor" vida.
Hay personas que simplemente te marcan. Ya sea que los hayas visto una vez, o esporádicamente durante los últimos 12 años.
El abuelo de la Mathy (porque realmente no se de qué otra forma podría decirle ya que nunca le dije "tío") era uno de esos. Un dato freak andante. Lejos, la persona con más cultura que conozco. Estaba un poco loco. Y lamentablemente nunca pude pedirle que me cortara el pelo (juro por mi vida que quería hacerlo). Amaba escuchar cómo creía que todos los políticos de chile eran unos payasos.
Dulces de Durian. Glisófono. Innumerables anécdotas. Huevos rancheros. Su voz diciendo el nombre de mi hermano, y mi apellido. Y muchas otras cosas.
Y, por su puesto, ahora es cuando lamento no haber tenido más oportunidades de verlo.
Yo se que él sabe que pienso fervientemente que es una de las personas más fascinantes que ha existido últimamente. Y no puedo hacer nada más que dejar un texto muy lindo que escribió la mathy (:

"Hoy el mundo se paro por unos segundos, hoy el mundo perdió un poco de su brillo, no todos se dieron cuenta, pero nosotros si.

Hoy mi papá nos ha dejado, tranquilo, acompañado y en paz. Con mucha pena pero al mismo tiempo con alegría lo dejamos partir manteniendolo siempre presente en nuestras memorias. Recordaremos sus apodos, sus expreciones, las quemaduras en sus camizas, los pantalones a cuadrillé que tenian ochorrocientos años, la inexistencia de poleras manga larga en su closet, su forma de caminar sobre la punta de los pies cuando andaba a pata pelada, los tan esperados huevos a la ranchera... recordaremos todas esas banalidades de la vida q lo hacian ser él.

Lamentare nunca haber podido leer las "memorias de un pobre diablo que quiso ser Satanás", seguramente la mejor novela del mundo si se hubiera escrito...

Pero bajo cualquier sircunstancia lo recordaremos como el estupendo hombre que fue, como ese exelete padre, abuelo y hermano.

Papá, te queremos mucho, eres el hombre mas importante en mi vida.

Con mucho orgullo, tu Cachulo."


Amiga, este pedazo de mi blog es para ti (: y agradece que no cuento en público lo que significa "Cachulo". Es necesario hacer la aclaración de "papá" como le decía la mathy a su abuelo, y que Cachulo es el apodo de él para ella.

jueves, mayo 26

La magia de las micros.

Cuando uno se sube a una micro, la verdad, no está ni ahí. Pero si te empesai a fijar, en verdad pasan cosas locas. Por ejemplo, el viejo que se hace el inválido y se sube a pedir plata, y se baja de un salto. En fin, COSAS.

Sin ir más lejos, ayer me subí a la micro ahí en antonio varas con providencia, y CUAK, me faltaban $10 para el pasaje. Me hice la weona olímpicamente y pasé nomás. Total, nicagando me sacaban un parte.
Iba yo cómodamente apoyada contra la ventana, de pie, recibiendo el solsito en la espalda.... cuando siento un "cjjjjjj cjjjjjj teniente blablabla cjjjjjjj cjjjjjjjjjj".... oh, mi dios, pensé. Miré pal' lado y no me creerían si les digo que había un paco al lado mio. Señores, habían TRES PACOS al lado mio. Me miraron... miraron para otro lado y se hicieron los weones. Miré para otro lado, y seguí haciendome la weona. Por un momento pensé en bajarme en el paradero que seguía, pero ellos se bajaron primero y pude respirar en paz. ¿Te cachai hubiera tenido que pagar el parte?
Me senté... lalala, que se yo, cuando iba por el almacenes parís de los leones... se subió un señor con una guitarra. Y empezó a hablar de Dios.
Y aquí es donde quiero hacer énfasis. Yo, en mi costumbre, dije "qué paja, un canuto. lo que me faltaba.".
El hombre era tan feliz.... sus ojos, no se. Algo tenía que me reconfortaba cuando lo miraba. La primera canción (jesu, ayudame aquí) decía cosas muy hermosas y el coro era "oye chica, nunca termina" u "oye chica, nosequé", como que cambiaba de a cuerdo a lo que hubiera dicho antes. ERA HERMOSA, weón, demasiado linda. Como que... hablaba de las cosas buenas de la vida, sin achacarselas necesariamente a Dios, o sea, no decía "dios es vida, es hermoso, amémoslo y comamos hostias". ¿Cachai? como que iba más allá de Dios. Iba a esa inmensa nube de alegría, amor y algo más que flota por ahí, en alguna parte.... Su voz me daba paz. Y se que suena super charcha y cliché, pero te juro... su voz daba paz y alegría. Me daban ganas de llorar viendolo. Le faltaban unos dientes, y cuando se reía a carcajadas mientras cantaba se le notaba. LOCO, se reía a carcajadas. ¿Cuándo fue la última vez que rieron a carcajadas de felicidad, no de un chiste?
Las canciones que siguieron también fueron hermosas... ya no me acuerdo qué decían... pero creo que eran aplicables a esa fe de amor... de que hay algo mejor en alguna parte. Tal vez sea el cielo con las nosecuántas virgenes tetonas, tal vez sea el paraíso eterno con jebús y sus ángeles, tal vez sea el placer de conectarse para siempre con la conciencia suprema y liberarse del samsara... quién sabe. La cosa es que me hizo sentir bien.

Me sentí bien y feliz de poder decir "CONCHAS DE SUS MADRES, CREO EN ALGO". Tal vez todos deberían hacerlo... independiente de lo que crean. Pero si creen, que sea con amor. No para pedir favores de vez en cuándo. Ah, bueno, y traten de no hacer explotar cosas por el amor a dios. Pero ese factor espiritual hace que seamos mejores personas... sin importar de qué se trate, todos deberíamos creer en algo y ser felices por eso.

Pienso... que si todos tuvieramos una riqueza espiritual real, sincera y hermosa como la de ese tipo, el mundo sería más fácil de entender. Bendita sea la felicidad de ese hombre y su capacidad de entregarla.
"Si me pudieran ayudar a comprar mi almuerzo, se los agradecería". Cantaba por monedas. Entregaba felicidad por una sucia moneda. Porque no era de esos chascones rancios que cantan canciones de protesta de la época de la dictadura, o de la violeta parra, o esos flaites que rapean contra las clases sociales altas y las tarjetas de crédito... era un weon que cantaba felicidad.

Tal vez no me entiendan, porque se que es difícil explicar esto. De hecho, creo que nunca había redactado tan mal. Pero no se me ocurre como hacerlo mejor. Es indescriptible.

La magia de las micros nomás.
Como esa guatona que se cree punkie que se sube a las micros que suben-bajan a san carlos (dísece de la c02 y la 421) y que cuando no le compran de sus cositas de goma eva, agarra a chuchás a todo el mundo y se baja pegándole a la micro. Cosas que pasan. A veces dan rabia, como las viejas gordas que te tiran la guata encima como diciendo "dame el asiento pendejo flojo", a veces dan pena, como las escolares embarazadas o las viejitas sin dientes, y a veces alegran (aquí no entran ni los mimos hinchaweas ni los humoristas fomes).

Chauchera.

miércoles, mayo 18

Hora de Once.

Hola. Quiero hablar de las paltas.
Voy a comenzar citando a un gran poeta chileno, Claudio Bertoni:

“La ensalada”

Sucedió algo maravilloso
Entre las hojas de lechuga
Había un pedazo de palta.


Los que me conocen, sabrán: soy muy mañosa. Me gusta, cualquiera sea la ocación y fin último de esta, ser yo quien hace la palta. Y digo hacer, porque hay que cortarla por la mitad, sacarle el cuesco pegándole con el cuchillo y girarlo levemente, sacarla de la cáscara con una cuchara y molerla. AH, pero me gusta cortarla muy finita a lo ancho para cortar las posibles hilachas porque ODIO la palta con hilachas. Y no me gusta que le echen aceite, y menos que le echen limón.
Una vez pedí un pollo italiano en pan de molde... y la palta estaba cortada en láminas, en vez de molida. Sinceramente, creí que me estaban weviando porque a quién puta madre se le ocurre hacer semejante aberración, más encima teniendo en cuenta las 3 lucas que estaba pagando por el sangurucho. En fin, Dios los perdonará porque probablemente Él no sabe lo que hacían.
¿Se habían fijado que la palta es demasiado chica y aún así necesita tres instrumentos diferentes en su preparación? Porque no me jodan, es muy dificil sacar la palta de la cáscara con un tenedor.
Me acuerdo cuando era chica y me levantaba a tomar desayuno, que mi mami con todo su amor servía antes de ir a despertarnos, y era pero ya la sorpresa más maravillosa cuando había pan con palta. Casi como si la weá fuera un lujo, como echarle caviar al pan.
Yo creo que por eso me encanta ir a tomar once donde mi abuela; primero que nada, amo a mi abuela, y segundo, amo el pan con palta.
Y aquí citaré una frase célebre del cine chileno "TE GUSTA EL PICO MÁS QUE EL PAN CON PALTA". Y una frase personal que uso recurrentemente: "Amor, ¿vamos a comprar palta?".
A un amigo, cuyo cumpleaños casi nadie sabe cuando es porque es de ese tipo de gente que no le gusta celebrar su cumpleaños, se lo celebramos haciendo una vaca y yendo a comprar pan a la esquina, y MUCHAS paltas. Si, pasó su cumpleaños tomando té con leche y comiendo pan con palta.
Pero no cualquier pan. Personalmente, creo que las marraquetas son para hacerse un sandwich cototo, o para meterle carne del asado de ayer y mayo y tomate. Pero el pan con palta oficialmente debería comerse siempre en hallullas y con mantequilla-margarina si o si.
El otro día llegué a mi casa con hambre (qué raro) y justo ahí, en el rincón de la cocina donde está la repisa de las verduras y frutas... había una palta solitaria. OH, MI DIOS, pensé, VAYA QUE SUERTUDA SOY. Y cuando tomé la preciosa entre mis manos... EEEEEUUUUUUGH!! estaba demasiado echada a perder. Lejos, fue el suceso más triste de lo que va de año.
¿Te cachai en Aysén estuviera la plantación más grande de paltas de chile? Ahí si que se va a la cresta el país.
¿Se han preguntado qué sería de la humanidad sin la palta?
No habrían completos italianos de $500, sólo serían de tomate con mayo. No habrían onces donde lo único que está restringido es "un pan con palta para cada uno, porque sino, no alcanza". No habrían caras verdes de mujeres que creen que así se van a ver mejor. No habrían manchas de palta en las camisas blancas, ni platos con palta de ayer que se petrificó. No habría sushi envuelto en palta, que a mi parecer es un invento idiota y delicioso a la vez (¿no hay cachao como se resbalan los palillos con la palta?). No habría guacamole, ni rollitos de jamón con palta. Es gracioso como el corrector automático no reconoce la palabra "palta" y la subraya de rojo todo el rato. Aunque, para suerte de algunos, tampoco habrían postres de palta, ni helado de palta, ni palta con azúcar, ni mousse de palta... no es que yo sea poco tolerante, pero encuentro inhumano comer palta como dulce.

Siendo ya tercera vez que edito este post para agregarle cosas, espero que sea la última.
Cosas que amo con palta:
-Tomate con palta.
-Apio con palta (hola, dani :D )
-Definitivamente los rollitos de jamón con palta.
-Hamburguesas con palta (y tomate, y mayo, y queso, y lechuga, y ketchup, y...)
-Lechuga con palta.
-Pan con queso y/o jamón y palta.
-Cuando chica me gustaba el arroz con palta... pero ya no. Igual cuenta.
-Galletas de agua-soda con palta.
-PAN CON PALTA (era realmente necesario decirlo?)
-Torta de panqueques con verduras con una capa gorda de palta arriba.
-Paltas rellenas con cosas.
-Cosas rellenas con palta.
-Dedos con palta.
-Paltas con palta.... (:

Para finalizar mi monólogo retardado sobre las paltas, les dejo esto:



c) Un poema de amors:

"Podríamos irnos."

Podríamos irnos al desierto
Pero a ti no te gusta el desierto
Te gusta el verde.

Vámonos a vivir
a una palta entonces!

y vivimos en la palta
y nos comemos la palta
y cuando lleguemos al cuesco
cavamos un hueco
y ahi nos quedamos desnudos
tiritando de amor y de frío.

También es de Claudio Bertoni.
A todo esto, una vez mi papi puso un cuesco de palta afirmado en mondadientes (digamos, le clavó los mondadientes para que no se cayera) en un frasco con agua, y el agua tocaba un pedazo del cuesco. Mágicamente, la weá echó raices y pum, un palto.

Palta. Chao.

sábado, mayo 14

-Me voy a ir.
- Ándate.
- Lo digo en serio.
- Chao.
- Estoy demasiado enojada, no voy a volver.
- OK.

- No seas tonta, no te vayas.
- Ya te dije, estoy chata.
- Pero quédate...
- No, me voy.

- ¿Qué?
- ¿Vas a dejar que me vaya?
- Eso era lo que querías.
- No me dejes ir....
- Ándate, no quiero que te quedes.
- ¿Seguro? No voy a volver...
- Chao.

- Te amo.
- ¿Qué quieres?
- Te echo de menos.
- ¿Y? Te fuiste, me dejaste. Asúmelo.
- No quiero volver a irme.
- No es mi problema.

-Pídemelo.
-¿Qué?
- Pídeme que me quede...
- No.
- ¿No quieres que me quede?
- No me importa. Haz lo que quieras.

- Chao, entonces.

- Quédate...






.

martes, mayo 10

Cosas que quieres decir y que nadie quiere escuchar.

Hola, hoy hice una bufanda (:


Se que no les importa, pero tenía que contarles.

Se que nacho debe estar pensando "¡AMOR, focalízate, por favor! ¿qué quieres hacer? ¿pintar, hacer tus weaitas con servilletas, cocinar, tejer, sacar fotos, escribir...?"... perdóname (:
¿Es tan malo que quiera hacer muchas cosas a la vez? No he dejado nada sin terminar hace meses (:

Hoy, leyendo esto (hágale click al "esto") me puse a pensar, ¿qué puto fin tiene esta wevá de blog? con suerte lo leen, y estoy segura que deben pensar "me importa un comino el 90% de todo lo que escribió en este post"........ pero ¿saben? me importa un comino (: creo que seguiría escribiendo aquí aunque fuera un blog privado que sólo yo pudiera leer.

chaolín.

jueves, mayo 5

Algo así como Rumpelstiltskin, pero inventado por mi.

¿Hay acaso en el mundo algo peor que la lana-cables de los audifonos-cordel de la cortina enredados de forma perpetua e irrefutable? Bueno, creo que tal vez el examen de próstata.
Yendo al grano, pasé como 25 minutos recién desenredando un ovillo de lana que más bien se parecía al pelo de tarzán. Es un ovillo viejo, que llevaba muchísimos años tirado en mi caja con materiales que algún día usé para alguna manualidad que ya no hago, por ende, es lógico su nivel de enredamiento. Y mientras lo desenredaba pensé en muchas cosas... "¿Por qué hago esto? ¿Por qué no corto el pedazo de lana que no quiere desenredarse? ¿De qué serán esas misteriosas jaleas de los casinos? ¿Para qué sirve la escobilla negra que está en el borde plateado de las escaleras mecánicas?" y otra serie de barbaridades banales (como por ejemplo, que acabo de hacer una figura literaria con "barbaridades banales"... esa que hace alusión a las palabras que se parecen fonéticamente).
Dentro de todo el enredo mental que había en el momento, me acordé de una cosa loca que escribí en el verano pasado (digamos, en el verano del 2010), un día con nacho sentada en la cocina de su departamento, después de almorzar.

(mierda, no encuentro la libreta donde lo escribí :( )

(ya, dale, estaba debajo de un panfleto con los 10 mandamientos que me dieron el otro día en Rosas con Bandera)

Cuando descubres que el cable de tus audífonos está enredado o los cordones de tus zapatos tienen un nudo perpetuo, who are you gonna blame?
Los duendesillos que habitan en la profundidad de nuestro placard, en los más oscuros rincones de la despensa, debajo de las herramientas; verdes, con ojos azul eléctrico saltones, pelo naranjo y bien crespo, dedos flacuchos y pies con tres dedos.
Pillarlos es casi imposible, porque actúan a una velocidad vertiginosa cuando les das la espalda, o bien, cuando saben que no hay nadie en la casa; la vida les ha enseñado a pasar completamente desapercibidos.
La cosa es que si pillas uno puedes sentirte absolutamente como el hombre, mujer, niño u objeto más afortunado del mundo.
La leyenda dice que si logras atrapar a uno, debes meterlo rápidamente en un frasco de vidrio. Él se enojará y se pondrá colorado para demostrar su ira. En ese momento puedes hacer dos cosas: la primera es dejártelo como mascota y cuidar de él para siempre, o lo otro es agitar el frasco hasta que se atonte y comience a exudar una sustancia mágica compuesta entre otras cosas, de purpurina morada y el jarabe dulcísimo de la mermelada (pero sin las frutas). Entonces, antes de que el sujeto despierte, lo metes en una olla y dejas que el agua hierva al rededor del frasco; el duende no morirá ni sufrirá, y el resultado será un frasco lleno de mermelada morada mágica.
Luego, le ofreces una ducha al duende y lo dejas ir. Échale la magia a tu pan y prepárate para que la glándula de la felicidad que hay entre los hemisferios de tu cerebro se hinche a tal punto que tal vez reviente y lance por todo tu cuerpo un chorro tibio de endorfinas y otras cosas.

En hablar wevás....
A todo esto, me acuerdo que una vez le pedí a cierto amigo del alma que ahora vive en corea que me hiciera un dibujo de un duende para ilustrar este cuento ¬¬