There are flowers in my room and they don't need a job. They just need time to grow and die.

jueves, julio 14

Sólo pasaba por aquí.

Bueno, mi pelo ya no es naranjo. Pero las ideas fluyen igual. Cuesta, pero fluyen.
Porque hoy es uno de aquellos días. Si, de aquellos. Creo que ya he tenido esta conversación antes.
No sabes si echarle la culpa a que está lloviendo, a que hace frio, a que no fuiste a yoga, a que están protestando, a que te vas por una semana a la casa de tus tíos en la playa, a que no vas a ver a tu perro, a que tu pololo ebrio te mandó un mensaje diciendo que se iba a tirar a la mina que más odias en la vida porque sabes que esa bitch wants his dick, o si en volás es porque no te has comido ni una sola sopaipilla pasá en todo el invierno. La cosa es que te sentís como la verga misma.
Y no es que me duela nada, es que... no me dan ganas de reir. Antes me pasaba siempre, bueno, era entendible; adolescentes weones. Pero hace mucho que no tenía uno de estos.
Tengo la sensación de que necesito un cambio con urgencia. Las minas tendemos a cortarnos o teñirnos el pelo cuando nos pasa esto. Supongo que, como me dijo mi mamá, es porque resulta ser lo más fácil de cambiar. Tal vez no tengo que cambiar nada. Tal vez si. En una de esas tengo que dejar ir todo nomás y que pase lo que tenga que pasar, en vez de seguirme preocupando por gustar(le).
Si logro entender qué me pasa antes de cortarme el pelo a lo Uma Thurman en Pulp Fiction y teñirmelo color ciruela, prometo hacer una novela con eso. O al menos un post.